¿Alguna vez te has preguntado en qué consiste el té verde exactamente?
Todos los tipos de té provienen de la misma planta: Camellia sinensis, más conocida como la planta del té.
Dependiendo del proceso que se le aplique a las hojas de té, se tienen diferentes tipos de té.
En general son seis grandes grupos: té blanco, té verde, té amarillo, té azul (oolong), té negro, y té oscuro (fermentado).
El té verde es el más consumido (y producido) en China y Japón, y se ha vuelto muy popular en el mundo entero debido a sus beneficios para la salud.
Sobre la oxidación
Todos hemos experimentado que cuando se corta una manzana, al poco tiempo se empieza a volver más oscura. Este es el proceso de oxidación, debido a que una enzima llamada polifenol oxidasa (PPO) reacciona al entrar en contacto con el oxígeno presente en el aire.
El té verde tiene una oxidación mínima mientas que el té negro tiene un alto grado de oxidación.
¿Cómo se detiene la oxidación?
También has notado que si calientas una manzana en el horno, por ejemplo cuando haces un postre, la manzana ya no se oxida más. El calor detiene el proceso de oxidación.
El té verde normalmente se «fija» de dos formas: cociéndose al vapor, o asándose sobre una superficie de metal. De esta manera ya no sigue oxidándose y por eso podemos ver que la hoja aún conserva un color verde.
Después del proceso de fijación, las hojas de té verde se enrollan y se secan para dar forma al producto final.