La forma más común de preparar té es con las bolsitas de té.
Son fáciles de utilizar, ya que vienen con la medida de té para una taza. Sólo es necesario colocarlas en agua caliente y después removerlas.
Sin embargo, a la hora de tomar té de alta calidad, no se recomienda su uso.
Las bolsitas de té casi siempre contienen té de baja calidad
Si abres una bolsita de té, puedes observar que consiste de un polvo. Esta es la razón por la cual las bolsitas de té se infusionan tan rápido.
Una de las formas de comprobar la calidad de un té es precisamente observando las hojas. En general, si las hojas están rotas o no tienen una apariencia fresca, el té es de baja calidad.
El té verde en hojas, por ejemplo, retiene todo su sabor y aroma durante un año. En el caso de las bolsitas de té, es muy difícil comprobar visualmente qué tan viejo es.
El aroma y sabor de la bolsita de té no son muy buenos, debido a que el té puede pasar mucho tiempo en una bodega durante el proceso, antes de llegar al consumidor.
Como no es fresco, se pierde el contenido de EGCG de las hojas del té, que es el compuesto saludable del té verde.
El té de bolsita común tiene como prioridad el bajo costo
¿Si de todos modos se van a moler las hojas de té para las bolsitas, para qué empezar con té de buena calidad?
El té en bolsitas en su mayoría proviene de té de inferior calidad, cultivado y procesado en masa. Incluso se obtiene de los desperdicios en el proceso del té de mayor calidad.
El origen específico del té es muy importante, igual como sucede en el mundo del vino. No basta con saber el país de origen, la calidad cambia dependiendo de la región.
Como las compañías que hacen las bolsitas de té producen cantidades enormes, simplemente mezclan tés de diversos orígenes y por lo tanto éste aspecto se pierde.
Las hojas de té deben tener espacio para expandirse
La hoja de té aumenta considerablemente su volumen al humedecerse, como puedes observar en la foto.
Aún si metemos las hojas de té enteras en bolsitas, éstas no se pueden expandir bien, por lo que no alcanzan a liberar todo su sabor.
Debido a este problema las compañías de té en bolsita se vieron obligadas a moler el té. De esta forma el sabor se libera más rápido.
Sin embargo, liberar el sabor rápidamente no es lo óptimo. Fácilmente se torna más amargo, y además no se pueden hacer tantas infusiones como un té en hojas ya que pierde rápidamente su sabor inicial.
La única forma de tener un té en polvo que no sea tan amargo, es moliendo un té de alta calidad. Es por eso que el matcha es muy diferente al contenido de una bolsita de té.
Cabe aclarar que últimamente se han desarrollado bolsitas con un mayor volumen, como las bolsitas piramidales.
Desafortunadamente, el público en general prefiere el bajo precio, sin importarle la calidad del té.