Aunque casi todos los tés japonés se hacen con las hojas de la planta del té, el kukicha (茎茶) es hecho en su mayoría por tallos.
Este es uno de los tés verdes más fáciles de identificar puesto que su apariencia, sabor, y aroma son muy particulares.
Cuando se procesa el té verde, hay un proceso de selección donde se separan las hojas de las demás partes. Unas de éstas partes son los tallos, las ramas, y las venas de las hojas.
En el caso del bancha, las ramas son demasiado gruesas y no tienen sabor alguno. Sin embargo, para cosechas de mayor calidad, como en el sencha, los tallos son más finos, por lo que pueden hacer un kukicha de buena calidad.
Como los tallos y ramas son ricos en L-teanina, el kukicha tiene una dulzura natural.
Es un buen té para relajarse, y generalmente es de mejor calidad que los tés hechos a base de bancha (como el houjicha y el genmaicha). Además, los tallos de té son bajos en cafeína.
Cuando el kukicha proviene de la cosecha de gyokuro o un sencha de alto grado, su calidad es mejor, y por consecuencia el precio es mayor.
A menudo el kukicha viene mezclado con hojas de té, aunque el porcentaje no siempre es el mismo. De igual manera, si las hojas son de buena calidad, la calidad del kukicha también mejora.
¿Cómo se prepara el kukicha?
La forma de preparación es la misma que la del sencha. Es decir, 4 gramos (una cucharadita) de té por 60 ml de agua a 80 grados, e infusionar por 1 minuto.
Dependiendo del tipo de kukicha, se puede infusionar hasta 3 veces con las mismas hojas.