Si miras detalladamente, puedes ver que en Japón casi siempre hay ventiladores en los campos de té. ¿Te has preguntado cuál es su función?
Aunque lo primero que viene a la mente es que estos ventiladores están ahí para bajar la temperatura, en realidad es al revés.
En japonés se llama bōsō fan (防霜ファン) y su tarea es prevenir el daño que hacen las heladas.
Las heladas suelen suceder en la cosecha de la primavera y causan una gran pérdida, ya que las hojas de té de esta temporada (shincha) son las de mejor calidad.
Los ventiladores son eléctricos y tienen un sensor térmico, así que sólo se activan cuando es necesario. Se ubican de tres a cinco metros del suelo, y cada uno cubre una parte del área de cultivo.
¿Cómo funcionan?
En las noches con cielo despejado y sin viento, el calor del suelo escapa hacia las capas más altas de la atmósfera debido a la radiación por inversión térmica.
El aire frío es más denso que el aire caliente, así que se queda en la superficie. A seis metros de altura, el aire puede ser de 4 a 6 grados más caliente que el aire del suelo.
Ahí es donde los ventiladores juegan un papel importante. Empujan el aire caliente de las capas altas hacia el suelo, de manera que la temperatura no llega a cero grados y así no se forma escarcha en las hojas.
De esta forma las plantas de té no sufren ningún daño.
En la foto de la derecha podemos ver los ventiladores. Es el cultivo de nuestro proveedor Kurihara.
Existen otros métodos para prevenir el daño por las heladas, pero el uso de los ventiladores es uno de los más comunes en Japón.