Aunque no pareciera importante, la forma de las hojas de un té es un aspecto indispensable de su calidad.
Esto es cierto antes de la infusión, y también después.
Si miramos diferentes tés, vemos que las hojas tienen distintas formas: en espiral, plana, esfera, aguja, comprimida en bloque, etc.
A simple vista parece sólo una cuestión decorativa. Pero la verdad es que la forma específica de una hoja de té influye en su sabor y aroma.
En el proceso de enrollado, las hojas de té liberan aceites esenciales. Además, dependiendo de la forma, el té infusiona sus componentes solubles en agua a diferente velocidad.
En el caso del sencha, la forma manual de enrollar un té a mano se demora alrededor de cuatro horas. Si alguien se toma la molestia de enrollar un té por cuatro horas, es sólo porque la diferencia es muy notoria comparada con un té mal enrollado.
Hoy en día este proceso se hace a máquina, pero el concepto es el mismo. De manera que si hay un error en el proceso de enrollado, la calidad se deteriora.
La forma de un té nos ayuda a identificarlo
Cualquier estilo de té tiene su forma tradicional. Si nos venden un té bajo un nombre pero su forma no concuerda, debemos sospechar de que algo anda mal.
O se trata de otro té, o ya la calidad no es la misma porque hubo algún error en el proceso de enrollado. También vamos a sentir la diferencia en el aroma y el sabor del té al probarlo.
Por ejemplo, si tenemos unas hojas de un té tostado que son totalmente planas, no se trata de un houjicha si no de un kyobancha.
La forma de la hoja antes de la infusión
Si las hojas están en su mayoría rotas en pedazos pequeños, puede ser un error de proceso o de empaque. Tal vez se dañaron durante el transporte.
O de pronto se trata de un grado muy bajo de té, como el que está adentro de las bolsitas de té económicas.
En el té verde japonés, especialmente el caso del sencha y el gyokuro, mientras más pequeñas y finamente enrolladas estén las hojas, mejor. Deben de tener una forma de aguja.
Una hoja grande y enrollada de manera cruda es de un té verde de menor calidad, como por ejemplo el bancha.
Si son hojas largas, es mejor. Las hojas más largas se logran al cosechar a mano, lo cual es costoso. Un té cosechado con máquina tiene hojas más cortas porque se parten durante la cosecha.
Otra cosa que debe haber es uniformidad en las hojas. No deberían haber hojas de distintas formas y tamaño.
La forma de la hoja después de la infusión
Después de una o varias infusiones, las hojas de té se hidratan y recuperan la apariencia de cuando aún no se habían enrollado.
En el caso del té verde japonés, si se trata de hojas muy grandes, eso indica que es una cosecha de menor calidad. Las hojas jóvenes de mejor calidad son más pequeñas.
También podemos ver si las hojas están enteras o no. En el sencha es muy raro que estén enteras a menos que sean cosechadas y enrolladas a mano, en cuyo caso se trataría de un té muy valioso.