La meditación es una herramienta que nos puede ayudar a reducir el estrés y a vivir en el presente.
Hay muchas formas de meditar, enumerarlas sería algo muy extenso.
Sin embargo, podemos empezar de manera sencilla. Con cinco minutos de atención plena en el presente es suficiente.
En la ceremonia japonesa del té, hace cientos de años se tomó el acto simple y mundano de tomar té para convertirlo en una experiencia de meditación con un gran contenido filosófico y cultural.
Para aprender lo básico de la ceremonia del té nos podemos fácilmente demorar un año. Pero de todos modos podemos hacer nuestro propio ritual de té y meditar de esta forma.
Escoger el té
En la ceremonia del té se utiliza el matcha, que es un tipo de té verde en polvo. Pero perfectamente podemos preparar un té en hojas.
A veces tenemos ganas de un té en especial. Escojamos ese.
Primero que todo, nos concentramos en nuestros cinco sentidos y tratamos de sólo disfrutar el presente sin preocuparnos por el pasado ni el futuro.
Así que nos detenemos a percibir el aroma del té seco antes de infusionarlo.
¿Qué tonos podemos percibir en su aroma?
Después podemos concentrarnos en su apariencia. Color, forma, tamaño, etc.
Hervir el agua
Ahora vamos a centrarnos en el acto de hervir el agua.
No importa el método en sí. Lo importante es tener la atención plena en el agua, ver y escuchar cómo se va calentando.
Una vez que hierve, hay que enfriarla para los tés que no se infusionan en agua hirviendo. Esto sucede con muchos de los tés verdes.
Podemos sentir cómo se va enfriando el agua al llevarla a otro recipiente.
Preparar el té
De nuevo, hay diversas formas de infusionar el té. Puede ser en una tetera, con un infusor, simplemente dejando las hojas de té en la misma taza, etc.
Hagámoslo de la manera que más nos guste.
Ahora nos detenemos a observar cómo el agua va cambiando de color, y si sentimos algún aroma.
Cuando ya esté listo, no lo debemos probar aún. Hay que oler las hojas mojadas en caso de que se trate de un té en hojas.
¿Qué podemos sentir en este aroma?
Probar el té
Ya estamos listos para tomar el té.
Pero no se trata sólo de tomarlo todo de una vez. Vamos a saborearlo lentamente, en pocas cantidades.
Así nos podemos enfocar mejor en su sabor. No sólo el sabor al momento de tomar, también es importante el sabor que queda en la boca después de haber tomado.
Este ejercicio puede durar el tiempo que queramos.
Es mejor empezar con poco tiempo, ya que al principio no tenemos la concentración necesaria para durar tanto tiempo sin que nuestra mente se distraiga y deje de estar en el presente.