El té es una bebida milenaria que aún está vigente porque ofrece muchos beneficios.
No estoy hablando de beneficios para la salud. Para los amantes del té, eso no es lo más importante.
Como dice un proverbio chino: «es mejor pasar tres días sin comida, que un día sin té».
El té ayuda a tomar las cosas con calma
El té promueve la meditación, ese fue su principal uso en los templos budistas.
Servir el té puede ser incluso una forma de meditar, como sucede en la ceremonia del té.
El famoso monje budista Ikkyū Sōjun le enseñó a su pupilo Murata Jukō que el sabor del zen y el sabor del té son lo mismo.
No tenemos que hacer la ceremonia del té cada vez que lo tomemos, pero sí podemos tener un pequeño ritual.
Esto nos ayuda a vivir en el momento y a combatir el estrés.
En el caso de los tés con contenido de L-teanina esto es todavía más cierto, pues se trata de un compuesto relajante.
El té da placer
Si el té no tuviera un sabor y aroma agradable, no sería una de las bebidas más tomadas del mundo.
La amplia variedad que ofrece el té es comparable al vino. Es todo un mundo para descubrir.
Los amantes del té lo toman diaramiente, pero nunca se cansan.
El té es algo que no puede faltar en el día.