La palabra kintsugi (金継ぎ) se puede traducir como «reparación con oro».
Este arte japonés se aplica tradicionalmente para reparar tazas de té.
Uno creería que en esta técnica el oro se usa para unir las piezas rotas, pero en realidad es la laca lo que hace esto. El oro es para efectos decorativos.
Tal ves el aspecto más fascinante del kintsugi es que no intenta esconder el hecho de que una pieza ha sufrido un daño.
En este arte el resultado puede ser aún más bello que cuando la pieza estaba intacta.
Si contratas a un experto de kintsugi para reparar una taza con polvo de oro genuino, la reparación puede ser mucho más costosa que el valor de la taza.
Filosóficamente, va de la mano con el wabi sabi: encontrar la belleza en lo incompleto y lo imperfecto.
Este concepto es tan popular que hay varios libros sobre cómo aplicar el kintsugi para nuestra vida.
Aunque tiene subtítulos en inglés, les comparto este video sobre el kintsugi:
Historia del kintsugi
La evidencia de cerámica reparada con laca se puede ver desde el periodo Jōmon (14,000 hasta alrededor de 1,000 BC).
Durante el periodo Heian (794 a 1185) se desarrolló el arte de Makie (蒔絵). Consiste en una pintura con laca a la que se le esparce oro o plata en polvo cuando todavía no se ha secado.
En el periodo Muromachi (1336 a 1573) floreció la ceremonia japonesa del té. El kintsugi se convirtió en un arte de gran valor porque había una abundancia de tazas costosas.
El proceso del kintsugi
Con la técnica del kintsugi se pueden reparar grietas, unir partes rotas, y hasta crear partes faltantes.
El proceso en general es el siguiente:
- Se aplica la laca y se deja secar
- Se aplica la laca y un polvo (por ejemplo harina de trigo o talco), se pegan las partes, y se deja secar
- Se retira el material sobrante, se aplica laca otra vez y se deja secar
- Se aplica una capa final de laca y se cubre con oro o plata en polvo
Como podemos ver, cada paso requiere del secado. Es por eso que el proceso puede fácilmente durar tres semanas en total.
En Japón puedes llevar tu taza a un artista de kintsugi para que te la repare. También puedes optar por ir a un taller de kintsugi y aprender a hacerlo tú mismo.