A veces se cree que es deben comprar varios utensilios para preparar el té, pero nada está más lejos de la verdad.
El té se puede disfrutar de una forma muy simple.
En las palabras de Sen no Rikyū, el más famoso maestro de la ceremonia del té, «El té no es más que esto: primero se calienta el agua, después se prepara el té y luego se toma. Esto es todo lo que se necesita saber.»
Tener las tazas, teteras, y demás accesorios puede hacer que la preparación del té sea más bella y agradable. Sin embargo, la esencia del té es que disfrutemos de su sabor y aroma.
Para esto no se necesita mucho. Por ejemplo, en China hay la costumbre de preparar el té en un vaso normal. Simplemente se le añade agua a la temperatura adecuada al las hojas de té, y cuando ya queda poco líquido, se agrega más agua y así se hace otra infusión.
Una de las ventajas de un vaso transparente es que podemos apreciar la belleza de las hojas de té. De todos modos también se puede utilizar una taza, en caso de que no haya un vaso a la mano.
Si te estás preguntando cómo se filtran las hojas sin un infusor, la respuesta es: con los labios. No es algo complicado.
En la ceremonia japonesa del té, se logra llevar un acto mundano como la preparación del té en algo que tiene un profundo significado.
La filosofía zen enseña a vivir en el presente y concentrarse en la actividad que se está haciendo, por insignificante que parezca.
Así que nos podemos concentrar plenamente en preparar y tomar el té.
No se necesita una gran inversión para disfrutar de nuestro té en el presente.