¿En qué se diferencia el sabor y aroma del té verde japonés al de tés verdes de otro origen?
No es difícil darse cuenta que un té verde es japonés porque tiene unas características muy marcadas. Veamos cuáles son.
Sensación fresca
El té verde en Japón se trata al vapor para detener la oxidación, lo cual no es muy común en otros países como China, donde se prefiere asar las hojas de té.
Ese proceso resulta en unas hojas con aroma y sabor fresco.
Obviamente, las condiciones del clima y el suelo también aportan, así como las variedades de la planta del té que existen en Japón.
Esa frescura se siente como si estuviéramos en un cultivo de té. De todos los tés verdes, el japonés es quizá el más cercano al estado natural de la planta del té.
El aroma y sabor de otros tipos de té como por ejemplo el té negro y el té azul son muy agradables, pero no existen en la naturaleza. Son producto del proceso.
Aroma y sabor marino
La cualidad marina del té verde japonés es muy conocida por los amantes del té.
El aroma y sabor es similar al del alga. Muchas veces nos recuerda al mar.
Lo más interesante es que se parece mucho a lo que experimentamos en la comida japonesa.
Sabor umami
El umami es el menos conocido de los sabores básicos, pero en el té japonés es el más importante.
Aunque todos los tés verdes tienen este sabor, su nivel de concentración en el té verde japonés es más elevado.
Es tan importante, que un té verde japonés con mayor cantidad de este sabor se considera de mejor calidad.
El gyokuro es el tipo de té verde en hojas con más alto contenido de umami. Tiene mucho cuerpo, se siente más como un caldo que como un té.
Los tés cultivados a la sombra tienen más aminoácidos, así como los tés de las primeras cosechas del año.
Entre estos aminoácidos está el glutamato, que es la principal fuente del sabor umami. También tenemos a la L-teanina, que intensifica el sabor umami.